martes, 27 de septiembre de 2011

Palabras de repuesto

 Microrelato sobre la soledad y el amor por los libros.

Es vital llevar en tu bolso un par de palabras de repuesto. No todo el mundo lo sabe, pero puede sernos de gran ayuda en los momentos más insospechados.
Marie había montado un negocio en un lugar poco común. Tenía una impecable e inmensa librería situada en el lugar equivocado: un pequeño rincón abandonado, alejado de la mano de Dios, en un pueblo perdido entre las montañas y olvidado por los habitantes de sus ciudades vecinas.
Pero, después de todo, la localización de la tienda de Marie no había sido elegida al azar porque sí. Ella amaba la soledad y la meditación. Sólo escuchaba y entendía el lenguaje escrito, y cuando intentaba hablar con un visitante inesperado que había llegado a su librería por pura casualidad, las sílabas se tropezaban en sus labios y no conseguía articular una sola palabra que se entendiera medianamente. En cambio, las palabras de repuesto, archivadas ordenadamente en un indispensable bolso de mano, la ayudaban a salir de sus mayores apuros. No eran más que pequeñas notas de papel confeccionadas por ella misma, en donde figuraba la palabra en cuestión, sus formas de uso y su pronunciación.
Marie no hablaba mucho, pero sus palabras de repuesto la ayudaban cuando la soledad se marchaba y un visitante extraviado llamaba a su puerta. Entonces, rápidamente, Marie sacaba una diminuta notita del bolsillo que ponía "para saludar" y decía: "Hola". Muy pronto, tras el desinterés que la mayoría de los turistas mostraban hacia los libros, se veía obligada a despedirse casi al instante: "Adiós".
Pero ella no echaba de menos las conversaciones con los humanos del mundo exterior.
Trabajaba todo el día en su escritorio, analizando y escribiendo sus propias obras, tomando y estudiando referencias en los grandes clásicos que habitaban las estanterías que la rodeaban y escuchando con atención la música misteriosa de los libros cerrados de la habitación.

lunes, 26 de septiembre de 2011

Mariposas, colibríes y frases de amor

Ellos jugaban con las letras y con la música. Ellos eran poetas, compositores de sueños hechos realidad. Escribían rimas plagadas de mariposas, colibríes y frases de amor, enlazando unos versos con otros sin segundas intenciones, convirtiéndose en maestros de la canción.
Recordaré durante el resto de mi existencia el sonido de aquellos dedos corriendo por una guitarra eléctrica. Jamás olvidaré el ritmo en las palmas de mis manos cada vez que aporreaban los tambores, ni confundiré sus voces apasionadas y entregadas en cuerpo y alma con ningunas otras.
Noche loca, noche de sueños, noche de esperanzas, noche de paz. El primer concierto que me ha hecho levantarme de mi asiento porque de verdad quería bailar. Y el primer momento de mi vida en el que sentí que la música me recorría literalmente las venas.



Lo primero que sonó aquella noche de emociones musicales




Otra de las canciones que más me maravillaron




Un mensaje, una pasion, una letra con sentido; y en su puesta en escena, una emocionante mezcla que alternaba luces de colores con sonidos y voces alucinantes


Drama y Luz Tour 2011
¡Yo estuve alli!


sábado, 20 de agosto de 2011

El mundo caerá en éxtasis a tus piés

Ya lo decía Franz Kafka. Así es como nacen las ideas:

"No hay necesidad de salir de la habitación. Basta con sentarse a la mesa y escuchar. Ni siquiera es necesario escuchar, sólo esperar. Ni siquiera hay que esperar, sólo aprender a estar en silencio, quieto y solitario. El mundo se te ofrecerá libremente para ser descubierto. Él no tiene otra alternativa; caerá en éxtasis a tus pies."

¿Que si creo en la inspiración? Pues claro que sí. Hay quien dice que las buenas obras se consiguen con trabajo, con esmero, levantándose y pensando bien, con duros y plomizos esfuerzos. ¿Pero qué consigues con todo eso si no tienes la bendición de las musas? Nada. Un libro muerto, sin vida. Un libro que no posee el corazón animado de una historia latiendo en su interior.
Yo creo en Kafka y en sus ideas. Debes quedarte en silencio, quieto y solitario. Y eso es todo. Si de verdad estás alerta, escucharás los mensajes del cielo y la imaginación.
La inspiración puede recibirte de forma humana, tropezando con un personaje corriente por la calle. También puede surgir de una frase o una idea que, sin quererlo, oyes por casualidad. Puede incluso salir de otro libro, de otro autor, de otra cabeza pensante, como tú. Los escritores y los creadores de historias nos damos pistas unos a otros sin darnos cuenta.

¿Hay, pues, trabajo más fácil, emocionante, divertido, apasionado y entretenido que el del escritor?
Yo creo que no.

martes, 9 de agosto de 2011

Jugando a ser Dios

Querido lector:

Me presento.
¿Sabes qué difícil es decir quién soy, cuando ni yo misma lo sé bien del todo? Las palabras salen tímidas, rezagadas; porque sé que no estoy escribiendo para mí sola, porque cualquiera puede entrar aquí y leer mis pensamientos.
Creo que me estoy precipitando. Este lugar está directamente conectado con mi cabeza; y mi cabeza, a su vez, con mis sueños. A lo mejor debería deshacerme de él. Sí, eso haré: borraré todas estas confesiones y fingiré que nada de esto ha pasado.
Pero antes, déjame contarte un secreto (no se lo digas a nadie)...
Aquí pensaba volcar simples pensamientos y reflexiones. También habría relatos, comentarios, ideas locas... Imaginaba dedicarme a construir ilusiones solamente con el poder de la palabra. Porque así es cómo más me divierto: jugando a ser Dios, jugando a controlarlo todo desde mi posición de escritora.
Lo que ocurre es que soy muy débil. Y sin darme cuenta (tonta de mí), voy dejando pequeños rastros de mi propia personalidad en las frases que construyo... y temo que alguien los sepa interpretar demasiado bien.
Sin embargo, añoro un rincón donde pueda escuchar mi propia voz, donde pueda contarle al mundo lo que siento, donde pueda gritar, donde pueda expresarme...
Quizás decida no rendirme. Quizás siga escribiendo.
Y tú, recuerda que siempre estarás invitado a leerme... Si de verdad eres capaz de birlarle al tiempo un pequeño instante de tu vida.